Durante la lactancia, una de las molestias que pueden aparecer son las obstrucciones mamarias. Son pequeñas acumulaciones de leche en un punto del pecho que provocan inflamación y dolor. Aunque suelen resolverse en pocos días, es importante saber cómo actuar para aliviarlas correctamente y evitar que evolucionen hacia una mastitis. En este artículo te cuento por qué se producen, cómo reconocerlas, cómo tratarlas en casa y cuándo conviene pedir ayuda profesional.

Qué son las obstrucciones mamarias

Las obstrucciones mamarias aparecen cuando la leche no fluye bien por uno de los conductos de la mama. Esa leche retenida presiona el tejido mamario y provoca inflamación local. Lo que notas suele ser un bulto duro, doloroso al tacto, que puede mejorar un poco tras las tomas, pero vuelve a aparecer a las pocas horas. Cómo veremos en posteriores artículos, a diferencia de la mastitis no suele haber fiebre ni enrojecimiento intenso de la piel, y el malestar general es leve. Sin embargo, si no se resuelve, puede evolucionar a una infección, por lo que conviene actuar cuanto antes.

Síntomas más frecuentes

Las obstrucciones mamarias suelen reconocerse fácilmente por algunos signos característicos:

• Presencia de un bulto palpable y sensible en una zona del pecho.
• Dolor moderado, que mejora tras las tomas pero vuelve al cabo de unas horas.
• No hay alteraciones de color en la piel, o como mucho un leve enrojecimiento superficial.
• La leche sale más lenta o el pecho se nota más “duro” al tacto.
• En ocasiones, la zona afectada puede sentirse más caliente que el resto del pecho.

Por qué se producen

Las causas más frecuentes de obstrucción mamaria son:

• Mala succión o agarre ineficaz del bebé (por ejemplo, por una postura incómoda o un frenillo no diagnosticado).
• Saltarse tomas o espaciar mucho las tomas.
• Presión externa en el pecho, como sujetadores apretados, mochilas o incluso dormir boca abajo.
• Extracción incompleta con el sacaleches o con las manos.
• Producción abundante en los primeros meses de lactancia.
• Estrés o fatiga, que pueden alterar el reflejo de eyección de la leche.

Si las obstrucciones mamarias son frecuentes (por ejemplo, una o más veces al mes), conviene revisar la técnica de lactancia y los hábitos diarios junto a una comadrona o asesora de lactancia, en la red de profesionales de triVu puedes encontrar.

Qué hacer cuando aparece una obstrucción mamaria

Cuando sientas un bulto o dolor localizado, lo más importante es favorecer el drenaje y reducir la inflamación. Te dejo los pasos más efectivos para aliviarla:

1. Aplicar frío local

Coloca frío en la zona afectada (puede ser una bolsa de gel envuelta en una tela fina) durante unos 10–15 minutos varias veces al día. El frío ayuda a disminuir la inflamación y el dolor.

Evita el calor: los conductos mamarios no se dilatan con el calor, y además puede favorecer la proliferación de bacterias si la obstrucción ya está inflamada.

2. Drenar la leche con frecuencia

La leche retenida debe salir para que la presión disminuya.

Puedes hacerlo:

• Poniendo a tu bebé al pecho, siempre que sea posible.
• Extrayéndote leche manualmente o con un sacaleches (siempre con la copa del tamaño adecuado y sin exceso de succión).

3. Colocar al bebé con la barbilla hacia la obstrucción

Durante las tomas, coloca a tu bebé de forma que su barbilla apunte hacia la zona del bulto, ya que es el punto donde hace más fuerza al succionar. Esto favorece que esa parte del pecho drene mejor.

Puedes ayudarte con cojines o incluso colocarte en una posición en la que tú estés por encima del bebé, de manera que la gravedad también ayude (por ejemplo, sobre él en la cama, en posición segura y cómoda).

4. Masajear suavemente la zona

Mientras el bebé mama o mientras te extraes leche, masajea la zona del bulto con movimientos circulares y suaves, siempre en dirección desde el punto del bulto hacia el pezón.

La presión debe ser moderada, nunca dolorosa: es mejor hacerlo con suavidad y de forma constante, varias veces al día.

5. Descansar y mantenerte hidratada

El cuerpo necesita descanso para poder recuperarse.

Trata de dormir lo que puedas, mantenerte bien hidratada y evitar el estrés. El reflejo de eyección de la leche se ve muy afectado por la tensión emocional.

Cuánto tiempo tarda en desaparecer

En la mayoría de los casos, las obstrucción mamaria se resuelve en 24 a 72 horas si se actúa correctamente.

Debes notar progresivamente:

• Menos dolor y tensión en la zona.
• Que el bulto se reduce o desaparece.
• Que la leche fluye con más facilidad.

Si después de tres días no mejora o empeora (por ejemplo, aparece fiebre, escalofríos o enrojecimiento intenso), acude a tu comadrona o asesora de lactancia. Podría haberse iniciado una mastitis y es importante valorarla cuanto antes.

Cómo prevenir futuras obstrucciones mamarias

Una vez resuelta, el siguiente paso es prevenir que se repita. Algunos consejos útiles:

• Asegúrate de que el agarre del bebé sea profundo y cómodo.
• Evita la presión externa sobre el pecho: elige sujetadores cómodos y sin aros.
• No retrases tomas ni dejes pasar muchas horas sin amamantar.
• Cambia de postura de lactancia con frecuencia para drenar todas las zonas del pecho.
• Revisa tu ritmo de descanso y estrés. El cuerpo necesita calma para que la leche fluya.
• Si usas sacaleches, verifica que las copas sean del tamaño correcto y no apliques demasiada presión.

Las obstrucciones mamarias pueden ser muy molestas. Recuerda que no estás sola: son episodios frecuentes, y la mayoría de las veces se resuelven rápido con los cuidados adecuados. Escucha tu cuerpo, confía en tus sensaciones y pide ayuda si lo necesitas: una mirada profesional y empática puede marcar la diferencia.